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martes, 26 de diciembre de 2017

Natalicio del Sol Invicto, precusor de la Navidad

Feliz Navidad, seguidores de Cultura Hespéride, la entrada de hoy querría dedicarla a la Navidad, fiesta importante de nuestra cultura occidental, pero que sin embargo entre las primigenias fiestas del cristianismo no se encontraba, no teniendo su registro hasta inicios del siglo III d.C.
La Navidad conmemora un natalicio, pero no solo el de Jesús, sino el de cualquier deidad en el solsticio de invierno. Esta efeméride es consecuencia de que a partir de ese día, los días son más largos y por tanto, seria una especie de "Año Nuevo". Los romanos, los germánicos e incluso los aztecas e incas celebraban en este día el nacimiento de sus principales deidades. La Navidad cristiana bebe de las costumbres europeas ya establecidas con anterioridad, especialmente del Natalicio del Sol Invicto hecha en honor a Apolo, Dios del sol romano. Esta festividad se celebraba después de las Saturnales (sería como hoy día el Adviento), que duraban del 17 al 23 de diciembre, conmemorando el final de la cosecha y muchas veces, el triunfo de un general. Durante las Saturnalias, que comenzaban con un sacrificio frente al templo de Saturno, dios de la agricultura, se celebraban banquetes multitudinarios, con intercambios de regalos y liberación de esclavos, incluso había un alto al fuego si se producía un conflicto (similar a lo ocurrido en 1914, cuando en Navidad se produjo un paréntesis durante la Primera Guerra Mundial) y las casas eran decoradas con velas. Esta festividad fue establecida en el 217 aC, después de una estrepitosa derrota contra los cartagineses en el lago Trasimeno, y era sin duda una de las más populares para los romanos, tanto que si un día les era quitado, se montaba una buena.
Sin la figura de un Papá Noel o de unos reyes magos, que en realidad, ni eran reyes, ni magos, ya que la Biblia habla de unos "sabios" y su procedencia no era de Oriente Medio, sino que algunos han llegado a especular con un posible origen tarteso, que según los griegos antiguos, fueron los primeros pobladores de Europa situados en la parte occidental de Andalucia (actual provincia de Huelva en mayor grado), los principales dioses a conmemorar eran Saturno, a quién consagabran la cosecha, y Apolo, en quién se encomendaban porque después de él, los días duraban más, y por supuesto, las ceremonias estaban oficiadas por un sacerdote que era escogido los días previos.
Evidentemente, todo ello ha influenciado a la Navidad cristiana, ¿pero nació Jesucristo en diciembre y en el año que se dice?
Ahora mismo, si atendieramos a las escrituras, viviríamos en el 2023 dC, ya que la fecha oficial de nacimiento de Jesucristo es el 6 aC (0, si contáramos a partir de entonces) y todo aquello se debió a un lío de Dionisio el Exiguo, quien en el 532, y atendiendo al imperfecto calendario juliano, cometió este error de bulto. ¿Por qué? Hasta entonces la numeración de los años se seguía desde la fundación de Roma (es decir, desde el 753 aC), y el Papa Hormisdas exigió a este matemático que se empezara a contar desde el nacimiento de Jesucristo, con lo que empezamos desde el 1 aC (ya que todavía no había llegado el número 0 a Europa, un número ideado por matemáticos hindúes).
Todo esto es debido a su datación del reinado de Herodes I el Grande, bailando las cifras en este período de tiempo, ya aceptado por los historiadores.
Añado también, que nos encontramos con unas cuántas incoherencias en como es narrado el nacimiento de Jesús. Coincidiendo con el empadronamiento, que en todas los territorios romanos se hacía, en Belén se hubiera habilitado un hostal para acoger allí al nuevo padrón, y que como María estaba encinta, es posible que en un portal con su correspondiente portero se hubiera tenido al niño. Pastores sin abrigos y yendo al raso por la noche, y la visión de estrellas fugaces, es algo imposible de suceder en invierno (esto último es casi inapreciable durante el estío), pero sí en fechas más cálidas como las de mayo-junio, y si atendemos a las estrellas, en pleno agosto.
Así pues, vemos como la Navidad, nacimiento del Mesías redentor, es una fiesta popular en antiguas tradiciones europeas como la románica y la germánica para conmemorar nacimientos de sus dioses principales. En la germánica, por cierto, se conmemoraba durante el actual día de San Esteban (publicación que ya saldrá este día, disculpad por la tardanza) y la conmemoraban con árboles (los famosos tannenbaum, abetos), que inspirarían la costumbre del árbol de Navidad.
Esta festividad, por cierto, no aparecía en los primeros calendarios de fiestas cristianas, no siendo introducido hasta el siglo IV dC, y de hecho, los primeros cristianos no celebraban la Navidad (de hecho, la Hanukkah judía no es Navidad, ya que como bien sabemos, ellos no conmemoran el nacimiento de ningún mesías, más si la victoria de los macabeos contra los romanos en el siglo II aC). 
Perdonen el retraso, dicho una vez más, y Feliz Día de San Esteban, el protomártir. Agradecimientos a don Oscar Diaz Ruiz, párroco de Nuestra Señora de Terramelar de Paterna, y San Vicente Ferrer de Paterna-Valterna, por haberme ayudado en algunos aspectos.
¡Feliz Navidad, queridos lectores! ¡Felicidades también a todos los Estebanes (especialmente a mi cuadriabuelo -padre de mi tatarabuelo- Esteban Ramos Gabaldón y su padre, también llamado Esteban). 
Disfrutad de estas fiestas con la familia... 😘

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Españoles Olvidados (I). Jerónimo de Ayanz y Juan Roget.

Quiero empezar una sección de "Españoles Olvidados", compatriotas que han hecho grandes cosas por nuestro país y que, desgraciadamente, tienen apenas dedicada una página en la historia. Hay muchos sin duda, encabezados por alguien que hace apenas cuatro años dejó de ser un desconocido y al que se le supo reconocer su valía, tras luengo tiempo adoleciendo en el patíbulo de nuestra historia patria, Don Blas de Lezo y Olavarrieta, de quién yo tuve el honor de hablar para Historiarum, y por supuesto, el honor de ser plagiado letra a letra por mi tocayo Javier Somalo en Libertad Digital. Pudiera ser casualidad o no, pero cuando yo empecé a hablar de este HÉROE, empezaron a salir libros sobre Blas de Lezo que se publicaban, se habló de la posibilidad de una época... Uno mira eso y se da cuenta de lo grande que puede llegar a ser un sentimiento y las ganas de entender y comprender.
Pues bien, un personaje histórico que yo ya conocía con anterioridad como era Jerónimo de Ayanz y Beaumont, ganó notoriedad en una cuenta de Instagram: @lahistoriaesmeme, a la que desde aquí le quiero mandar un saludo por la atención prestada, y sobre todo, por atender a mis peticiones.
Sin más dilación, hablemos de Jerónimo de Ayanz y de un coetáneo suyo, Juan Roget, otro pionero, pero este en el supuesto hecho de la invención del telescopio.
A rasgos generales, conocemos que Ayanz diseñó en bocetos los primeros modelos de una máquina de vapor y que se acabarían materializando en 1606, no sabemos si Thomas Savery los "tomaría prestados", pero de buena tinta sabemos lo parecidos que son ambos modelos. Era tanta la genialidad de este hombre que diseñó un submarino (como haría dos siglos después nuestro querido Isaac Peral) y una campana de bucear.
Por eso, se ha ganado el merecido apelativo de Da Vinci español, porque al igual que él, fue un polimata empedernido.
Jerónimo nació en la población de Guenduláin en Navarra en 1553, hijo de Carlos de Ayanz, capitán de guarnición de Pamplona, y Catalina de Beaumont, una noble francesa. Fue un destacado militar y de hecho, llegó a evitar una tentativa de atentado contra Felipe II, recibiendo de manos de este la Orden Militar de Calatrava. Su inventiva va acorde a su cargo de Administrador General de las Minas del Reino, cargo que detentó desde 1587.
Su primer invento, con función práctica, fue un sistema de desagüe para las minas mediante un sifón con intercambiador, en el que el agua contaminada debía de dar suficiente energía para que el agua acumulada en las galerías se elevara. Todo esto, lo hacía por dos problemas que las minas tenían en aquella época: contaminación del aire en su interior y acumulación del agua en las galerías. Este sistema fue la primera aplicación de la presión atmosférica, utilizando la fuerza del vapor de agua que ya se había utilizado con anterioridad por Herón de Alejandría, contando con la añadidura de que en la catedral de Reims y otras catedrales francesas tenían elementos parecidos. De un valor incalculcable es esta invención de Jerónimo, pues hasta medio siglo después no se descubrió la teoría de la presión atmosférica por Torricelli. Inventó también el "aire acondicionado" con este mismo efecto, ya que pretendió enfriar aire por intercambio con nieve y dirigirlo al interior de las minas, y los puso en práctica en las minas de Guadalcanal en Sevilla.
También una brújula que establecía la declinación magnética, un submarino (que originalmente era una bomba para desaguar barcos), bombas para el riego, molinos de rodillos metálicos, mecanismos de transformación del movimiento para poder medir el "par motor" (tendencia de una fuerza para girar un objeto alrededor de un eje) y que se retomaría en los siglos XVIII y XIX. Y por supuesto, un traje de buceo, probado por vez primera en 1608 en el Río Pisuerga, en Valladolid, por aquel entonces capital del reino y que fue observado con asombro por parte de Felipe III desde sus galeras. El traje de buceo, como curiosidad, fue previamente planeado y dibujado por Da Vinci. Falleció en 1613, y en el Archivo General de Simancas podemos ver algunos de sus bocetos, donde contemplamos avances técnicos que hasta el siglo XIX no se plantearon.
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Este es el sistema utilizado en las minas, como podemos ver el nivel de agua de la mina que está acumulada llega donde el vapor, y como consecuencia de la presión, el agua sube. Cortesía de ebuenasnoticias.com






El siguiente del que hablaremos sera de un francés aficando en Gerona y con nacionalidad española, llamado Juan Roget, a quién algunos atribuyen la invención del telescopio, por una declaración testamentaria como principal base, donde decía que le legaba a su mujer, "una ullera llargavista" que bien podría ser un telescopio o una lupa, aunque la traducción del catalán al castellano no ofrece atisbo de duda "anteojo largavista decorado con latón".
Este testamento está fechado en 1592, veintidós años antes de la muerte de Roget. En verdad, no era muy díficil hacer un telescopio o "elemento de espiar" por aquel entonces, cualquiera podía con lentes cóncavas -la mirilla- y convexas -el objetivo- construir un catalejo, de hecho desde 1286, primera datación, se tiene constancia que se hacía en Italia. La primera aparición de Roget es de un libro publicado por un viajero italiano en 1612, quién hacia referencia a él como un viejo maestro de lentes gerundés que le había enseñado un telescopio enmohecido y los bocetos de su construcción, todo en una época en la que había una gran polémica por la invención del telescopio, ya que se le atribuía (y se le sigue atribuyendo) al alemán Hans Lippershey, aunque apareció gente como Janssen, Metius y otros tantos desconocidos con un invento que alcanzó tanta popularidad, llegando a ser el instrumento de Galileo Galilei, que lo utilizó para descubrir las fases de Venus o los cuatro satélites principales de Júpiter. Como vemos, ya entonces había polémicas hasta con un instrumento que no estaba tan desarrollado como ahora y que no era tan magnificiente, aunque si igual de práctico (o más, porque lo descubierto por Galileo ha trascendido las épocas aún a pesar de nuevos descrubimientos).
El objetivo de todo esto es callar la boca a todo aquel que intenta desprestigiarnos a los españoles y a nuestra genialidad. Fácil es ir vociferando como un imbécil que un riojano pegó un palo a un mocho y lo llamó "fregona" o de la invención del futbolín, sí, eso se inventó en España y es de utilidad, sobre todo esto último, especialmente para los críos garrulos y señoritingos orondos que mientras se distraen echando una monedita para jugar un imaginario Mandril-Farsa no dan por culo en el agua de la piscina. Pero el submarino de Peral, el autogiro de De La Cierva y las incalculables invenciones del navarro ilustre, eso también es nuestro, es útil y primigenio. Y si injusto se fue con Blas de Lezo, con Isaac Peral, de quién quiero hablar en esta sección y ocupará un puesto de prestigio, se rebasó la línea de la injusticia y la inquina, pues no vendió la patente del submarino ni a ingleses, ni a americanos, ni a alemanes, pudiendo hacerse de oro, solo por su amor a España, una (anti)España partitocrática y corrupta que lo rechazó por no considerarlo útil.
¡Felices Fiestas a todos y Viva España!
Fuentes:
El País (elaboración de la biografía de Juan Roget)
ebuenasnoticias.com (bocetos de Ayanz)

miércoles, 6 de diciembre de 2017

San Nicolás, patrón de Requena y de los niños

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Cuando hoy se celebre el día de esa Carta Magna que todo el mundo tiene en la boca para lo que quiere, pero a la que nadie le ha mostrado respeto, ni para lo bueno, ni para lo malo; recordaremos también a otro santo importante, para la cristiandad y para Requena. Sí, me estoy refiriendo a San Nicolás, a ese Sant Niklaus que posteriormente pasaría a ser ese bonachón Santa Claus por obra y gracia de nuestra querida amiga, la Coca Cola.
Esta personalidad que hoy nos ocupa nació en Patara de Licia en Asia Menor, en lo que hoy denominaríamos Turquía, en el 270 dC. Era de una familia pudiente y se destacó siempre por su solidaridad con los desfavorecidos, una frase reseñable era "sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto", lo cuál ya marcaba a las claras la que sería su vocación.
Su carrera sacerdotal, empezó cuando su tío quién era obispo, intercedió para que fuera ordenado sacerdote, y tras la muerte de sus padres, quiénes atendían a los enfermeros de una epidemia, heredó una gran fortuna que repartió entre los suyos. Después fue nombrado obispo de la ciudad turca de Mira, y cuenta la leyenda -bien pudiera ser un designo divino para el que así lo quiera interpretar- que mientras la curia discernía quien iba a ser el nuevo obispo, decidieron que quién tenía que ocupar el puesto fuera el próximo que apareciera por la puerta, y el que apareció fue Nicolás.
Como obispo, ya empezó esa imagen beatífica que todos conocemos de él, ayudando especialmente a gente desamparada y que ya lo veía todo perdido. Especialmente ejemplar es la historia que se cuenta de unos niños que fueron heridos a cuchilladas por un criminal, y que el santo rezó por ellos, consiguiendo la sanación inmediata de sus heridas. Sin olvidar tampoco la historia que posteriormente daría forma a Santa Claus, como era el hecho de lanzar monedas por una chimenea de la casa de un hombre pobre con el objetivo de que tuviera dinero para poder casar a sus hijas, ya mayores y todavía solteras.
Considerado también patrón de marineros, porque después de que estos rezaran a Dios por las oraciones del obispo Nicolás para que parara una tempestad en alta mar, este se les apareció, bendijo las aguas y la tormenta paró.
O cuando unos amigos suyos fueron condenados injustamente a morir, y estos apelaron a Dios para que el obispo Nicolás les salvara. El santo apareció en sueños del juez y al día siguiente los absolvió.
Por su fe cristiana, fue detenido, encarcelado y azotado, después de un decreto de Licinio, aunque esto no le hizo desistir, pues siguió predicando el cristianismo y logró convertir a judíos y árabes. Falleció el 6 de diciembre del 343 dC; después de su muerte, siguió  apareciendo en las invocaciones y oraciones de muchos de sus fieles.
Y por cierto, en la historia de este santo, también entran a colación los "pacíficos" mahometanos. Estos asesinos, haciendo algo tan característico y sintomático de sus creencias y raza como arrasar todos los santuarios cristianos, pasaron por Mira, la ciudad donde falleció San Nicolás y de la cuál había sido obispo, y ante el empuje de los mandingos, unos fieles lo trasladaron a Bari. Todo esto ocurrió en el 1087, cuando San Nicolás ya era un santo querido, reconocido y celebrado, y cuyos edificios dedicados ya no eran meros santuarios, como un templo construido en Roma en el 550.
En el 1089, el papa Urbano II consagró la cripta donde sus restos descansan. Es patrón de Grecia, Turquía y Rusia... y también de Alicante (después de que esta ciudad fuera entregada por los musulmanes al rey castellano Alfonso X) y Requena.
Aquí en Requena, su celebración es bastante importante, ya que muchos hemos confiado en su intercesión (no así en algunos sacerdotes, ejem) para ayudarnos a superar baches. 
"Pues calmarás la aflicción de esta alma atribulada" reza el final de las peticiones que se le hacen al santo, demostrando la confianza que un espíritu apenado pone hacia este santo.
A día de hoy, hablamos de San Nicolás y a la gente le suena a chino, igual que San Francisco de Javier (en este caso, nunca mejor dicho), piensan que es algo desfasado, vano y sin importancia alguna, pero es este santo el que inspiró a ese rechonchete que nos alegra a todos: Santa Claus o Papá Noel.
Todo esto va mezclado con la tradición de honrar a Saturno que tenían los romanos durante el solsticio de invierno, ya que como bien sabemos la celebración navideña es una adaptación de una fiesta pagana a otra cristiana, pues se aprovecharon de una fiesta de raigambre popular para que su mensaje calara mejor. A eso le podemos sumar la tradición británica de honrar a este santo que se sumó a la de estadounidenses y holandeses en América, para que surgiera el actual Santa Claus en 1863. La Coca-Cola, cuyo distintivo es el rojo, lo adaptó para sus campañas publicitarias y le dio sus colores, le realzó la oronda figura y le hizo aún más entrañable la carita.
San Nicolás, podríamos establecer que no es solo el santo de los regalos, sino el de la piedad y de la intercesión, el de la ayuda a los que han perdido toda esperanza; un perfil psicológico más profundo y específico que el de Santa Claus. 
Su tradición, aquí en España la podemos relacionar con el caganer o el olentzero, como los que traen regalos o carbón, dependiendo de la actitud del que los reciba.
Esta entrada se la querría dedicar a mis retatarabuelos Esteban Ramos Gabaldón y María García Navarro, naturales de San Antonio (primeras pesquisas, yo soy originario de La Vega; más concretamente de Calderón y San Juan), y a quién ayer pude poner nombre después de mucho tiempo, pues ellos eran padres de mi tatarabuelo Sotero, y fallecieron cuando este todavía era pequeño. Estoy seguro de que ellos desde el cielo celebrarán la fiesta de San Nicolás y se admirarán de ver lo bien que ha quedado su linaje.
Fuentes: Diciembre de 2017 (nº7) Extracto de un artículo de Julián Sánchez, "Pequeña Historia y Leyenda de Nuestro San Nicolás".
¡Viva España! ¡Viva Requena y nuestro patrón!
PD: Como curiosidad, yo ya escribí una entrada para historiarum sobre este santo.
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martes, 25 de julio de 2017

El Apóstol Matamoros y su origen. La verdad y los mitos detrás del santo.


¿Por qué esta veneración? ¿Por qué un nombre tan "molón", como diríamos hoy día los jóvenes, para un santo que es patrón de nuestra patria?
Santiago el Mayor o Jacobo el Zebedeo (de ahí las derivaciones que vendrían de Yacob como Jaime, Yago, Diego...) era uno de los doce discípulos de Jesús, y si se le llama El Mayor, era para diferenciarlo de su tocayo Santiago, quién también era uno de los doce discípulos, también conocido como el de Alfeo.
Él y su familia recibieron de Jesús, el apodo de "boanerges", que significa, según Mateo el Evangelista, "Hijos del Trueno". Y todo porque él y su hermano Juan pidieron la destrucción de una ciudad de samaritanos. Además, fue uno de los discípulos privilegiados, ya que fue de los primeros que recibió la llamada de Jesucristo, y cuando este, después de haber resucitado, hizo su último milagro en el Lago Tiberíades.
La leyenda cuenta que alrededor del año 40 d.C., después de haber sido enviado siete años antes a la Península Ibérica para expandir la palabra del Señor, se le apareció la Virgen María en un pilar de un edificio en la ciudad de Caesar Augusta (hoy día, la ciudad de Zaragoza). Si nos remitimos a la tradición cristiana, la Virgen María, todavía en cuerpo presente y mucho antes de su Asunción, dejó como testimonio de su visita una columna de jaspe, que se conoció como "El Pilar". Además, con Santiago viajaron siete discípulos, ordenados obispos por San Pedro y conocidos como los siete Varones apostólicos, a quiénes se les sitúan como acompañantes del Apóstol durante la aparición.
La aparición de María se debe, a que antes de su muerte, le rogó a su hijo estar rodeada de todos los Apóstoles. Al encontrarse dispersos, ella se les apareció a todos ellos en los lugares que se encontraban.
Sigue siendo un misterio, de quién era el cuerpo que el ermitaño Pelayo encontró en 813, en tiempos del rey Alfonso II de Asturias. Santiago fue decapitado y en esa tumba, se encontró a un hombre con la cabeza sujeta bajo el brazo. Alfonso II ordenó construir una iglesia encima del cementerio (compositum), la que es hoy día, la famosa Catedral de Santiago de Compostela.
Y es un misterio, porque se le atribuyen esos restos al obispo gallego Prisciliano, quién fue ejecutado por herejía ya con el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano, quién también fue decapitado. De hecho, las primeras peregrinaciones al noroeste de España no se produjeron con el fenómeno de Santiago, sino para honrar a Prisciliano, quién además era un héroe de masas para muchos cristianos. 
Según la leyenda, los restos de Santiago cruzaron el Mediterráneo desde Jerusalén, para después bordear el Atlántico y llegar a Galicia donde fueron depositados. 
Pero por lo que es un patrón y un héroe, es por ser punta de lanza contra la morisma. Yo jamás criticaré las apariciones espirituales, y yo que soy científico, pero no cientifista, todo esto escapa a mi conocimiento, y algo así, es solo por la unión espiritual, una llamada de todo un grupo a la que acude su protector.
Y sí, la batalla de Clavijo jamás sucedió, pero si que sucedió que Ramiro I de Asturias fue uno de los más fervientes enemigos de la arabesca, ya que estos, demostrando desde los albores de los tiempos que no eran más que una banda de pervertidos malgastadores, recibían tributo de los reinos cristianos, hasta que el rey asturiano les cortó el grifo, por decirlo de alguna manera, al no pagar ningún tipo de tributo, ni siquiera ese infame tributo de las Cien Doncellas para que Abdelrramán II se divirtiera a costa del sufrimiento de inocente gente. Por eso mismo, y para demostrarle quién mandaba, se dirigieron a una batalla, y además estando ínfimos en número, contra la arabesca, comandada por Abdelrramán II. Siendo inferiores en número y rodeados en el valle de Nájera, tuvieron que refugiarse en el Monasterio de Clavijo, donde Ramiro tuvo la aparición de Santiago, quién le confió que aparecería en la batalla montado a lomos de un caballo blanco. Finalmente, los castellanos lograron vencer.
Se llama la Batalla de Clavijo, porque en esa ciudad riojana se establecía la sede de operaciones de las tropas castellanas. Está situada en el Monte Laturce.
Al igual que aquí en Requena con la aparición de San Julián, hay más de fantasía que de realidad, pero solo un poquito más, pues una vez más, vemos como la realidad siempre tiene algo de fantasioso. Esa batalla en realidad se refiere a las dos de Albelda de Iregua, fechadas en el 853 y en el 859.
A partir de entonces, el Santiago que vemos, ya no es solo un apóstol con la concha, sino a un caballero luchador y aguerrido montado a lomos de un corcel blanco imbatible e impasible y portando una inmaculada Cruz que casa con su valores, que son los mismos que los de España.
Y veremos también como se procede a una rutinaria peregrinación desde distintos puntos de Europa hacia Santiago, una de las peregrinaciones más reconocidas, y que además hizo que se promulgara una bula en el año 1177, recogiendo una orden de Inocencio III (fallecido mucho antes de la proclamación de esta bula) en la que si el 25 de julio caía en domingo, los peregrinos que hubieran ido a Santiago, recibirían los mismos dones que si peregrinaran a Roma. 
El camino jacobeo es una de las mayores peregrinaciones católicas, más importante incluso que las que se hacían a Jerusalén. 
Por eso, hoy día de nuestro Apóstol, gritamos a viva voz: ¡Santiago y Cierra España!
Una vez más, veremos al apóstol montado sobre un corcel blanco, portando el estandarte de la inmortal España y derrotando a nuestros enemigos.

domingo, 16 de julio de 2017

La Cruzada Hispánica: 805 años


Hoy es el día de la Virgen del Carmen, que para algunos (incluido para mí), debería de ser patrona de España, sino sustituyendo a la del Pilar, compartiendo el patronazgo. Podría haber tres vírgenes patronas a la vez: Carmen, Pilar e Inmaculada. Ya este 8 de diciembre intentaré hablar del conocido Milagro de Empel.
Hoy, sin embargo se conmemora otra efeméride; la de la Batalla de las Navas de Tolosa, o por su concurrencia, la Cruzada Hispánica.
Ya hable en la entrada de las cruzadas, que esta batalla, y no solo por el apelativo que le dieron, puede considerarse una Cruzada, ya que por primera vez en mucho tiempo, los reinos hispánicos se unieron en coalición contra el invasor musulmán, el Papa llamó a la guerra y contó con voluntarios de todos los reinos cristianos (no solo de los hispánicos), tales como voluntarios franceses u occitanos, además de que entre los combatientes estaban ordenes militares.
Algunos han querido quitarle peso a la batalla, pero en realidad, lo que quieren es quitarle relevancia histórica. Es cierto que la conquista del valle del Guadalquivir no empezó hasta treinta años más tarde, pero solo Dios sabe lo que hubiera podido pasar si no se hubiera llegado a ganar esta batalla tan crucial, y más cuando en los últimos treinta años antes de la Batalla de las Navas de Tolosa, los castellanos habían sufrido duros reveses, como el año anterior en el Castillo de Salvatierra en la actual provincia de Ciudad Real, y que amenazaba a Toledo. 
Lo que si que digo, y esto puede ser constatado, es que fue crucial, y no solo para España, sino también para Europa. En el plano político y en el moral.
Al igual que Covadonga, Poitiers, o en menor escala, Simancas, esto fue un punto de inflexión, porque la arabesca estaba retomando posiciones y aún dominaba para abajo de Despeñaperros (que bien podría llamarse Despeñamoros). 
En el plano político, permitió agarrar por abajo (tanto geográficamente como metafóricamente) a los almohades y atarlos en corto. Durante los años siguientes, los reinos musulmanes para evitar su desaparición, tuvieron que pagar bastantes tributos a los reinos hispánicos. Esto permitió además la expansión de los reinos hispánicos más allá de la Península. Aragón desarrolló una talasocracia similar a la de los griegos, Castilla empezó a involucrarse en el cultivo de la zona mesetaria y sobretodo, a preparar de manera más profesional y concisa la Reconquista de Andalucía. Por no decir que para Portugal, con la Reconquista prácticamente acabada, ya desarrolló una independencia respecto a los reinos hispánicos que se iría concretando a lo largo del tiempo, y especialmente, en ser los primeros navegantes de Europa a través del Atlántico.
Sin embargo, si que hay que tener en cuenta, la exageración de las crónicas medievales, quiénes llegaron a inflar las cifras de voluntarios. Actualmente, la de las tropas cristianas se cifran alrededor de 40.000 y la de los musulmanes, en 30.000.
Lo que no tuvieron en cuenta, fue que caballeros ultramontanos (esto eran los voluntarios que venían de Occitania y Francia) abandonaron en medio de la batalla y este flanco defensivo tuvo que ser cerrado porque era atacado constantemente.
Los preparativos de la batalla se llevaban realizando desde 1211 y el punto clave fue Despeñaperros, un desfiladero que se encuentra en Santa Elena y que además conectaba La Meseta con Sierra Morena, por lo que aquí, a los que intentan quitarle relevancia, se muestra una vez más su importancia. Una zona estratégica y bastante difícil que podía quitar a los almohades una hegemonía en ese terreno, que por aquel entonces era bastante grande. Aparte de domar el territorio, conseguirían replegarse con éxito y evitar una nueva incursión de los almohades.
La batalla ha pasado también al imaginario popular, por la unión de España, y lo subrayo, porque mucho antes del matrimonio de los Reyes Católicos, España había estado unida, incluso antes de esta batalla, pero por primera vez, se dejaron atrás las cuitas entre los reinos hispánicos (como la ínclita Liga de Huesca en 1191 contra Alfonso VIII de Castilla), las rencillas de terrenos y el orgullo propio que evitaba una unión (especialmente por parte del Reino de Aragón). Y aquí estuvieron Alfonso VIII, rey de Castilla; Pedro II, rey de Aragón, y Sancho VI, rey de Navarra; quiénes durante la batalla ocuparon los puestos traseros junto a Rodrigo Jiménez de Rada.
De hecho, este último fue bastante importante, pues al margen de su papel como arzobispo de Toledo, supo gestionar bastante bien y de manera estratégica la paz que habían firmado los reinos cristianos, y aprovechando la bula de Inocencio III, hizo un ejercicio de información bastante bueno, pues propagó el llamamiento por todas partes, en una época donde los únicos medios de comunicación eran los juglares, las palomas mensajeras o los comerciantes, entre otras cosas. 
La batalla fue la unión definitiva de una España que se unía en su destino universal para derrotar a la peligrosa arabesca. Quién diga que esta batalla no fue importante, aparte de ser un inculto y un manipulador en la mayoría de ocasiones, también es un antiespañol empedernido y dado a adulterar la historia a su antojo, únicamente porque se siente mejor así.
En sí, el combate fue el típico medieval, sin ir a la defensiva y con escaramuzas previas. No marcó un antes y un después en el campo de batalla, pero la estrategia fue bastante buena.
 Y es que en mi opinión, al margen del suceso histórico, si ellos hubieran atacado Córdoba o alguna zona fuerte del norte de Andalucía, se los hubieran comido, porque eran zonas que estaban perfectamente defendidas, no obstante, atacar por un desfiladero imposible y por un accidente geográfico, que quién lo dominara (y no es ninguna exageración) tenía el norte de Andalucía para lo que fuera, fue una estrategia bastante buena. De hecho, en la zona de Jaén no estaban apostadas tropas castellanas, por lo que fue un mérito doble, por la movilización.
Esta imagen, cortesía de revistadehistoria.es, muestra la estrategia de la batalla. La formación castellana era claramente atacante y se procedía al contraataque desde las zonas más retrasadas, mientras que la formación musulmana era más defensiva y más desorganizada. No hace falta ver la disposición, ya que los castellanos atacaron de manera centrada e hicieron las incursiones cuando debían de hacerlo, en cambio, el ataque musulmán fue más expeditivo, hasta el punto de que atacaron de una manera que nada tenía que ver con su formación, ya que atacaron bastante a "lo loco" como se diría.
Sin embargo, el ataque "a lo loco" de los almohades, sirvió para generar la confusión y una gran pérdida entre las tropas castellanas, que solo pudo reparar Diego López II de Haro.
Llegada la tarde, y después de una situación de ataque moro y contraataque castellano, las caballerías aragonesas y navarras atacaron por los flancos, mientras la castellana lo hacía por el centro. Así pues, Alfonso VIII, pudo sacar a sus mejores hombres para acabar sembrando el terror en los almohades, que acabaron retirándose y con la toma del emplazamiento de An-Nasir por parte de las tropas cristianas y consiguiendo un cuantioso botín. El famoso pendón de las Navas fue adquirido posteriormente por San Fernando III cuando conquistó el valle del Guadalquivir a mediados del siglo XIII.

Sin nada más que decir: Feliz Día de la Virgen del Carmen y un sonoro Arriba España, simbolizando la unión de una nación.

domingo, 2 de julio de 2017

Loreto Gallego, el último de Filipinas



Espero que haya un ritmo regular con las entradas, pero si no es así, luego se explicarán las razones. 
Ahora me gustaría hablar de alguien que ha sido muy importante para la historia de Requena y de España, pero más que nada por participar en una gesta colectiva como fue la de resistir en Baler al empuje de los rebeldes durante casi un año (del 30 de junio de 1898 al 2 de junio e 1899).
Yo hablo muy bien de él, porque es una persona que le da lustre a Requena, que es un pueblo con una tranquilidad muy bien merecida, porque no ha tenido ningún suceso horrendo que la perturbe (Puerto Hurraco o Alcásser). Sin embargo, Loreto no fue un héroe propiamente dicho, no tuvo ninguna acción destacada, únicamente el izar la bandera cuando empezó el sitio y después, al terminar, arriarla, cargando este momento de un gran simbolismo, ya que era la última bandera del Imperio Español.
Pero no exagero nada, si digo que Gallego, es un hombre normal, de los que te encuentras por la calle. Que tendrías la misma impresión de él, si vivieras en 1890, en 1930 o en 2017, porque era alguien normal y corriente, de los que en su vida tienen estabilidad, y que además hizo el servicio militar y se fue de expedición, ¿qué mas se puede pedir?
Con Loreto Gallego, no solo realzamos un requenismo de bandera, sino la victoria del hombre normal, el verdadero Superman. Un tío que se fue a la otra punta del mundo, llamado por la corona de España y que aguantó ahí, fuerte y tieso, para evitar que la capilla de Baler fuera tomada por los rebeldes filipinos. Y ojo, fue a Filipinas, cuando anteriormente estaba en Cuba, vamos, una persona solícita completamente.
Cuando aquí, el viernes 3 de febrero de 2017, se hizo una conferencia, yo acudí. Todo el mundo se asombró de mi verbo y de como vanagloriaba a Loreto Gallego, incluso su bisnieta me saludó, y además me llevé una joyita de libro, publicada por Miguel Ángel López y Miguel Leiva, llamada "Los Últimos de Filipinas", que los escritores me dedicaron a mi abuela y a mí. En cuánto tenga tiempo, la leeré entera, pero por lo que estoy leyendo es interesante. Y además hubo otros 49 Loretos (pues después de la paz de Biak-na-Bato se redujo el número de guerrilleros de 400 a 50). De esos 49 Loretos, hubo unos cuántos que intentaron escurrir el bulto, otros fallecieron por el beri-beri... 
No obstante, Loreto, teniendo de caballo a su normalidad, no solo lidió con todo eso, sino que además informó a su superior Saturnino Martín Cerezo, de los que quisieron abandonar.
No fue un chivato, tan solo cumplía con su objetivo y su destino final, y posiblemente él, tuviera más sentimiento de hermandad que los que con la boquilla proclamaban a los cuatro vientos un inexistente patriotismo. 
Quizás sea por la exigua cantidad de resistentes y que era muy difícil encontrar a alguien allí, o por la normalidad, o por lo que sea, pero para mí, Loreto es un héroe.
Y si no fuera suficiente con eso, digamos que podría ser considerado casi como requenense-venturreño (igual que yo, pues mi padre es de Calderón y mi madre de la Venta). El nació el 10 de diciembre de 1877, en Los Cojos, una aldea que aunque pertenezca al término municipal de Requena, está a caballo entre este último término y la Venta. Esto quizás a alguno le descoloque, porque suena a auténtica majadería, pero hace años, una parte de Los Cojos (y una parte considerable, ojo), pertenecía a la Venta. No sabremos jamás si Gallego nació en esa parte, de hecho, aunque su nombre coincida con el de la virgen patrona de la Venta (sabrán ustedes que hay hombres que se llamaban Carmen, Montserrat o Guadalupe), lo es porque nació el 10 de diciembre, fecha en la que se conmemora su festividad.
Nada más volver a Los Cojos, se casó con su prometida Clementa Rodríguez Robledo, natural de la vecina aldea de Los Isidros (y que durante un breve paréntesis de tiempo, llegó a pertenecer a la Venta). 
El 11 de julio de 1905, recibió la plaza de conserje del Ayuntamiento de Requena. Quizás, él no se mereciera una distinción muy grande, pero habla bastante de su modestia, que fuera lo único que quisiera.
Además, su sueño era el de abrir una estanquería en Requena, sueño que finalmente cumplió. De hecho, cuando en la exposición hablaron de su vida después de volver de Filipinas, salió una foto de él en sus últimos años y mi abuela me dijo sorprendida: "Vaya, si a mí, ese señor me sonaba". 
Falleció el 30 de junio de 1941 en Requena, viviendo tranquilamente y ya jubilado de su puesto de conserje en el Ayuntamiento de Requena.
A día de hoy, Gallego tiene una calle dedicada en Requena, por la zona del Batanejo, la cuál se encuentra a las afueras de Requena, por donde empieza la carretera hacia Valencia. En Los Isidros, también tengo constancia que tiene una calle dedicada. No tiene un monumento, ni una plaza dedicada como el excelente agrónomo Rafael Janini; y muchos que reivindican la figura de Loreto Gallego como un héroe de Requena, luego son los mismos que alaban al bufón de Pablo Motos y no mueven un dedo, o sinceramente lo que piden cae en saco roto.
Mientras el héroe de Cascorro, el expósito Eloy Gonzalo, tiene una estatua en Madrid; Loreto Gallego, el superhombre normal, no tiene siquiera estatua en Requena, y bien podría hacerse una colecta para que fuera construida, y que su imagen e impronta no queden en el olvido.
Esta entrada va dedicada a su bisnieta María Ángeles, quién acudió a la conferencia, algo que jamás podré olvidar de ella, es que me aplaudió.

sábado, 1 de julio de 2017

Reconquista y Cruzadas. Verdades y mitos.

Pues nada, hoy empieza mi labor divulgativa, después de un día de parón y de reflexión, empezaré hablando de dos hitos que marcarían la Edad Media y la historia venidera. Me refiero a la Reconquista, que los reinos cristianos (más bien europeos) de la Península emprendieron contra los invasores árabes; y a su homóloga, las Cruzadas, que fue más multitudinaria y que podría considerarse como la primera coalición europea como Oriente, para recuperar los lugares de Tierra Santa que estaban en manos de judíos y de moros.
También importante para profundizar en estos temas, es que la Batalla de las Navas de Tolosa en 1212, se consideró una "cruzada" (La Gran Cruzada Hispánica), debido a que contó con ordenes militares profesionalizadas del resto de Europa, aparte de voluntarios franceses, occitanos y portugueses, así mismo como una coalición de los reinos españoles (Castilla, Aragón y Navarra). Es más, Inocencio III, financió la campaña de Alfonso VIII y pidió encarecidamente a todos los reinos cristianos que actuaran. Además, su trascendencia era crucial, pues suponía desnivelar la balanza a favor de los reinos ibéricos, ya que entonces los almohades dominaban España del sur para arriba. Con esto, lo que intento decir, es que muchas veces esos conceptos, tan similares entre sí por su noble objetivo y contemporáneos, fueron de la mano y de hecho el término "cruzadas" es algo ambiguo, pues ha sido usado -mucho después de las guerras medievales (p.ej: nuestra Guerra Civil fue catalogada por el bando nacional como "cruzada nacional" y de hecho, técnicamente fue otra Reconquista).
En realidad, las primeras guerras que se mantuvieron en Occidente contra los árabes fueron tras la muerte de Mahoma en el 632, en el que sus seguidores se hicieron con prácticamente toda la Península Arábiga, Egipto y el norte de África, y además estuvieron a punto de tomar Constantinopla.
Su invasión a Europa es contemporánea de una era en la que nuestro continente estaba buscando encontrarse y volver a la senda de grandeza de años pretéritos. Europa en aquellos momentos estaba deshecha y en las naciones únicamente había guerras civiles, pues la identidad nacional de muchos pueblos estaba forjándose.
Cuando los moros entraron aquí en España en el 711, en nuestro país imperaba un guerracivilismo constante. La monarquía no era hereditaria en muchos casos, es más, había traiciones familiares, incluso entre hermanos, para ver quién podía quedarse con el trono. No solo estaba el caso de San Hermenegildo, decapitado por su padre al convertirse al catolicismo, sino que durante los años posteriores al caso de aquel rey, nos encontrábamos con auténtica corrupción y traición. Citando a Pío Moa, nos encontramos con el hecho de que el primer (y probablemente único) rey visigodo que veló por una identidad nacional, por una soberanía reflejada en su país, más que la dicotomía señor dominante-vasallo, fue Leovigildo. Se podría decir, que muchos reyes cristianos posteriores intentaron recuperar la proposición unificadora de Leovigildo y que la identidad nacional se fue forjando por aquel entonces.
De hecho, podríamos considerar hasta la invasión mora de España en el 711 como una guerra civil, pues el conde de Ceuta, Don Julián, no era fiel al por aquel entonces rey Rodrigo, sino a su antecesor Witiza, y a él le interesaba descabalgar al rey, por lo que no dudó en apoyar a los invasores árabes.
Se ve que ya en la Edad Media, había políticos como los que abundan ahora; antioccidentales y maurófilos.
Después de la derrota en Guadalete, Rodrigo y su corte tuvieron que ir retrocediendo, haciendo que los moros conquistaran fácilmente los territorios norteños, muchas veces sin resistencia y otras veces mediante pactos.
Tan solo quedó aislada la zona del Cantábrico, que es de donde se empezó a articular la resistencia de otro rey godo Pelayo que quería recuperar terreno. La primera derrota musulmana en suelo europeo (que no occidental) fue la que les infligieron las tropas de Don Pelayo en Covadonga, dando el pistoletazo de salida a lo que sería una recuperación progresiva del terreno español.
La Reconquista no solo tiene a España y Portugal como puntos de referencia, sino que el Rosellón, también fue protagonista de otra derrota que le inflingieron a los moros en el 732. Las tropas de Carlos Martel repelieron al Califato Omeya y a los mercenarios bereberes, impidiendo así que pudieran avanzar más.
De hecho los puntos claves de la Reconquista (en la que también intervinieron los francos) serían Covadonga (722), Poitiers (732), Simancas (939) y Navas de Tolosa (1212). Batallas cruciales para evitar la dominación musulmana.
Sin embargo, la Reconquista no fue todo lo idílico que se esperaba. Es cierto, que tuvimos héroes que destrozaron por completo a las huestes moras o como generales temibles de la talla de Almanzor, acabaron bajo los suelos; o también como los vecinos de Simancas (Valladolid) en el 939, temiendo por sus vidas y defendiendo a sus familias fueron capaz de provocar un estrépito en las tropas del poderoso Abdelrramán III (quién por cierto, tenía muy poco de árabe, ya que era hijo de una esclava vasca y rubia). Pero también es cierto, que el ser mercenario estaba a la orden del día, que muchas veces hubo integración por conveniencia y que muchos reyes cristianos y soldados pagaban tributos a los moros, así como al revés, pues muchos reyes tenían mercenarios judíos y bereberes. 
Por poner un ejemplo, Rodrigo Díaz de Vivar "El Cid", un héroe español, al que muy a mi pesar he de decir la verdad sobre él, y es que era un mercenario. Fue leal, pero no fiel. Es cierto que tuvo que sufrir un exilio y aguantar que a sus hijas las mancillaran para demostrar lealtad a Alfonso VI, como se la mostró a su hermano y antecesor, Sancho IV; pero muchas veces trabajó para emires, como el de Sevilla. Aunque El Cid, representaba lo característico del héroe germánico: un señor noble y leal, que sin embargo también era muy autónomo. Y así se demuestra cuando conquistó Valencia en 1094 y estableció un señorío independiente que duró hasta 1102 (tres años después de su muerte).
Era normal que se intentaran buscar pactos, no solo para que la influencia árabe mellara, sino para que también se consolidara el poder cristiano, sin embargo, lo que prevalecía era siempre el combate. Y dentro de la Reconquista, hubo guerras de poder entre los distintos reinos cristianos, que no dudaron muchas veces en traicionar su objetivo para ganar poder.
La Reconquista, más que una guerra, y estando puesta en mayúscula por mi parte, fue una etapa histórica, con paces periódicas y efímeras, pero que demostró muchas veces de lo que era capaz una comunidad nacional e histórica. Y de hecho, la identidad de España apareció entonces, ya no como un ente físico y burocrático, sino como un ente espiritual, al cuál había que acceder porque era el fin último, más allá de toda religión y que solo contemplaba a sus ancestros germánicos. Ya lo dijo el conde de Barcelona, Ramón Berenguer: "Cataluña es un reino de España". Y no le faltaba razón. La Reconquista es parte crucial de la historia de España y representó como siempre la típica lucha Occidente-Oriente desde los inicios de la civilización. Aún a pesar de que no todo fue un camino de rosas, de que no siempre se cortaron cabezas a los moros y de que no hubo muertes heroicas, se destaca el empeño de ciudadanos y de poblaciones enteras para repeler ataques sarracenos.
La Reconquista fue un cruzada a nivel nacional, pero que sin embargo supo servir de ejemplo a Europa y a la civilización occidental, porque les forjó una identidad que permanecía perdida con el tiempo y que supo aunar lo mejor de la sangre germánica y la latina.
Sin embargo, las Cruzadas, aún siendo un período histórico y siendo este un nombre para la historiografía, algo inexacto para relatar las guerras, más que él poner por bandera la identidad nacional, atendió muchas veces a intereses económicos (de hecho, en la Reconquista hubo batallas que se libraban por ese motivo y una gran infinitud de guerras son provocadas por este motivo). En las Cruzadas, si que hubo bastantes traiciones y mercenarios a raudales, incluso los principales objetivos de los templarios no eran los selyúcidas y zanguíes que hacían todo tipo de pillerías con las iglesias orientales y con sus ciudadanos europeos, sino sus hermanos de sangre noreuropeos solo por no convertirse al cristianismo. Las Cruzadas si que tuvieron bastante aspectos negativos, ya que no fueron siquiera occidentalistas, sino una excusa del Papado para que la mejor sangre europea fuera a morir para defender no ya su fe, sino su posición estratégica y comercial. El famoso grito "¡Deus Vult!", que era un clamor heróico y multitudinario, es lo único a lo que hoy día se asocian las Cruzadas. Una empresa que aunque sirvió para que Oriente supiera que sí a Occidente se le provocaba, este los aniquilaría hasta en su madriguera, acabó con una derrota estrepitosa de los cristianos a manos de los musulmanes, quiénes muchas veces hicieron lo que quisieron con nuestras tropas.
Incluso, muchos cruzados traicionaron sus ideales de ascetismo, honor y lealtad, por cobardía o simplemente porque fueron tentados por los perniciosos dirigentes árabes.
En las nueve campañas, solo una victoria fue para los cristianos, mientras que los moros ganaron seis, otra fue entre europeos mermando el territorio bizantino y otra acabó con tratados que fueron favorables para ambos bandos.
La Primera (1096-1099) acabó con victoria cristiana y con Occidente "partiendo el bacalao", y entre los 45 años del final de la Primera y el inicio de la Segunda, entraron en liza, las poderosas tropas vikingas de Sigurd I, también conocido como El Cruzado o El Peregrino de Jerusalén, ya que fue el primer rey que encabezó una cruzada. Sigurd I, merced al espíritu aventurero de su sangre nórdica, llegó hasta Santiago y hasta Lisboa, donde se hizo con riquezas y en esta última, logró someter a los árabes a su voluntad (al estilo de El Cid en Valencia), y algo importante para España como fue la conquista de Mallorca en una coalición entre Pisa y los condados de Cataluña en 1115.
Sin embargo, las sucesivas cruzadas no fueron un éxito para los cristianos. La Segunda, aunque se saldó con las conquistas de Lisboa, Tarragona y Almería, hizo que los almohades tuvieran una inusitada hegemonía tras la caída de los almorávides y que el Imperio Bizantino recelara de los templarios, pues estos se habían dedicado en Constantinopla a violar mujeres y a romper monumentos históricos en lugar de combatir. 
En la Tercera (1187-1191), los bizantinos y el Reino de Sicilia ya se pusieron del lado de los sarracenos, y Jerusalén siguió en manos musulmanas, lo cuál hizo de esta empresa un fracaso mucho mayor que el anterior.
La Cuarta (1198-1204) ya no fue una guerra entre cristianos y moros, sino ya entre los estados de la Europa Oriental contra la Occidental, que desembocó en la creación de un Imperio Latino que duraría hasta 1261, y que se cimentó sobre las posesiones que los cruzados occidentales tomaron de Bizancio.
En el intermedio de la Cuarta y la Quinta, se produjo la fantástica Cruzada de los Niños, nadie sabe hasta que cierto punto era real, pues en muchos combates medievales, participaban niños que estaban en edad de realizar guerras. Aquí se vio de todo, como visiones de santos por parte de los muchachos. Además, los Estados Pontificios consiguieron aniquilar por completo a la orden de los cátaros.
La Quinta (1217-1222) acabó con Egipto estableciendo pactos de paz con los reinos europeos. Y la Sexta, que comenzó en 1228, que tuvo a Friedrich Rothbart, como uno de sus héroes, acabó otra vez con victoria mora, pero eso sí, Jerusalén volvió a manos cristianas por primera vez en mucho tiempo. 
Las siguientes cruzadas, ya fueron casi intentos personalistas de reyes como el de Luis IX con la Octava, que acabó sin la conversión del emir de Túnez al cristianismo como el deseaba, pero que le sirvió para ser canonizado como santo. Entre medias, la Séptima, en la que los sarracenos volvieron a ganar.
En la Novena Cruzada, se produjo un desastre estrepitoso, pues ya se cejó en el empeño de dominar Oriente, además de que los principales enemigos que tendrían entonces los mamelucos y sarracenos ya no seríamos los europeos, sino los mongoles.
Mi reflexión final sobre ambas, es que hay mucho de verdad y mucho de mentira.
La Reconquista no fue una guerra, fue un período histórico y "a la española", que sin embargo fue bastante más productivo para Europa que las Cruzadas y fue la que hizo que muchos árabes ni se atrevieran a volver a Europa Occidental durante mucho tiempo. Además durante este período de tiempo se posibilitó el crecimiento de una identidad nacional y de que España, curiosamente un país al que se le achaca ser uno de los más retrasados de Europa, fuera la primera nación europea en forjar su fin último. De hecho, que hoy estén Portugal y Andorra, habla de que la reunificación no ha acabado, y no digamos ya de que la Pérfida Albión esté establecida en Gibraltar y todo por un papelito llamado Tratado de Utrecht firmado hace 300 años.
La Reconquista enseñó también al mundo de lo que eramos capaces los españoles, no ya sus dirigentes, sino nosotros como pueblo. De hecho, muchos invasores debido a su mezcla con la aristocracia, empezaron a tener rasgos y pensamientos germánicos y europeos. Las Cruzadas en cambio, si se quiere rescatar algo heroico de ellas, únicamente el Deus Vult y las intenciones de demostrarle a los moros que a Occidente no se le tocaba un pelo y que habría que ir hasta Oriente a demostrarles quién mandaba. Porque muchas cosas ni se cumplieron, hubo bastantes traiciones y al fin y al cabo, poco les importó que el Califato fatimí, que por mucho que permitieran otro tipo de expresiones religiosas, que atentaba con la integridad occidental estuviera un siglo antes de las cruzadas. Incluso a Aragón se la tuvieron jurada, ya que el Papado y Francia se aliaron contra este reino, ya que veían con recelo su expansión mediterránea. Siendo este un ejercicio de egoísmo económico, incluso por la Santa Sede, que ya entonces estaba empezando a mostrar esbozos de ser la famosa ramera de Babilonia.
Finalizada aquí mi primera entrada divulgativa y con mis reflexiones, intentaré que mucha gente aprenda y se empape de cultura, y puedan sentirse identificados con esta bitácora. 
¡Buena suerte y feliz verano! Y recordad que la cultura no solo enriquece al ser humano, sino a la colectividad nacional.

viernes, 30 de junio de 2017

Introducción

Muy buenas tardes, lectores de esta bitácora.
Hoy zarpa esta nave que espera llegar al buen puerto del conocimiento y lo hace con un nombre mitológico "El Jardín de las Hespérides", pues los griegos consideraban que era en nuestra península donde se encontraba ese mitológico lugar (concretamente en la frontera de la Andalucía Occidental y Portugal). 
Era en este jardín; donde Hera, la reina del Olimpo y mujer de Zeus, tenía un único árbol que proporcionaba manzanas doradas. Hera encomendó a las tres Hespérides que cuidaran del árbol, aunque desconfiando de ella, dejó a un dragón de cien cabezas, Ladón, a cargo del jardín.
Estas manzanas eran conocidas como las de la dicha, en contraposición, a la manzana de la discordia que utilizó Eris para una competencia de belleza en el Olimpo.
Explicado ya el nombre, detallaré porque he decidido encabezar este proyecto, que seguramente saldrá bien, porque a mucha gente la cultura le interesa.
Soy un colaborador habitual de Historiarum, escribiendo artículos sobre héroes nacionales como Blas de Lezo, Guzmán el Bueno o Eloy Gonzalo, aparte de un artículo que hablaba del impacto de la línea Baeza-Utiel en la Venta en Crónicas Históricas de Requena.
La decisión de abrir la bitácora, fue porque así tendría más margen de acción, donde podría poner mi opinión en algunos aspectos, pero eso sí, teniendo siempre por bandera la frase de todo buen historiador: "Los historiadores no tenemos opinión".
Sin embargo, no quiero polemizar, y tampoco quiero centrarme únicamente en la historia. No quiero perder objetividad, porque eso supondría perder credibilidad y que el proyecto fuera un gatillazo más de esos que pululan en la red, pero tampoco quiero convertirme en una oveja cerril y exponer algunos pensamientos cruciales. 
Evidentemente, no solo hablaremos de historia, hablaremos de cualquier cosa que pueda enriquecer el acervo cultural humano, ya sea la geografía, el arte, la música, la literatura, la filosofía (sobre todo, hablaremos de uno de mis favoritos, Friedrich Nietzsche y su superhombre) y la antropología (con análisis raciales como los de Carleton Coon).
Otra cosa que yo quiero hacer con mi proyecto, es que no se convierta en algo donde los intelectualoides de hoy en día se pongan a expulsar toda esa palabrería que esté vacía de contenido. De hecho, valoro más una frase certera y cortante, que no un texto de 500 páginas donde haya una adjetivación constante, que haga que el texto se ahogue y se haga fatalmente ininteligible, y en el cuál se hayan rellenado más de 300 páginas para cumplir el límite.
Hago por tanto mía la frase del gran José Millán-Astray: "¡Muera la intelectualidad traidora! ¡Viva la muerte!" Porque demuestra más conocimiento el que calla de manera paciente y dice dos frases cuando hay que decirlas que el charlatán de turno que a todas horas está demostrando una superioridad intelectual que no tiene.
Evidentemente, el tema de España, nuestro país, también estará presente. Aunque se me pueda ir la lengua con opiniones patrióticas y exaltadoras de mi patria (muchas de ellas, bastante fundamentadas), intentaré ser lo más neutral posible.
Tenía pensado que alguno de mis artículos fuera sobre los indoeuropeos o sobre como España, a lo largo de la historia, fue la auténtica matriz de Europa.
Por tanto, lectores, espero que les guste este proyecto. ¡Ánimo y suerte! 
¡Viva la inteligencia de verdad! ¡Arriba España!

Reflexiones sobre la Última Cena. Hic calix novus testaméntum est in meo sanguine.

La Última Cena (Tintoretto) "Hic calix novus testaméntum est in meo sanguine" Hoy, Jueves Santo, se conmemora el Día de la Última ...