Tras la gripe española de 1918, que tuvo en España la incidencia de 300.000 fallecidos, pero surgida en Estados Unidos - donde causó más de 600.000 muertes - y que hostigó especialmente a la India, donde segó la vida de 15 millones de personas, aparece como símil de estos sucesos escabrosos que vivimos con el famoso COVID-19, la conocida como gripe asiática de 1957.
Una gripe de la que poco se sabe hoy día, pero que tras la mal-llamada "gripe española" (apelativo dado por ser España el único país que le dio cobertura, debido a la neutralidad que nuestro País tuvo en la Primera Guerra Mundial y a que las potencias participantes en este conflicto fueron las más vapuleadas), ha sido la segunda gripe más mortífera de la historia.
Poco hay escrito sobre esta gripe, que aquí en España acabó con la vida de 10.000 personas. Lo más reseñable y genérico que se puede decir de esta gripe es que ha sido la primera pandemia moderna, al menos desde la fundación de la Organización Mundial de la Salud en 1947, y que al igual que este COVID-19 que está asolando gravemente a nuestro país, como hostigó sin piedad alguna en su día a China o hace lo mismo ahora con nuestros vecinos transalpinos, se contagió rápidamente debido al acelerado crecimiento de la globalización por medio de los vuelos y de los transportes.
Poco reseñable hay de esta gripe, únicamente que se trata de un subtipo del virus de la Influenza A (gripe aviaria), con el apelativo de H2N2. Conocido científicamente como A/H2N2.
Se originó en China, a finales del año 1956, con la particularidad de que ya se había codificado y aislado lo que originó la gripe española - que sigue siendo la primera más mortífera, ocupando este "honorífico", por lo malo, lugar en este luctuoso 'ranking' - sabiendo que únicamente podía transmitirse entre aves. Mucho se especula de como la gripe asiática - conocida también en otras fuentes como "china" o "pekinesa" para diferenciarla de la de Hong Kong en 1968 - pudo surgir.
Habiéndose ya sacado la vacuna para otra hipotética "gripe española", el virus aviario H2N2 saltó a cerdos, contagiándose a humanos. Se especula con que fuese en una granja donde patos salvajes infectados con este virus pudieron habérselo transmitido a un pato.
Su primer lugar de identificación fue en Guianzhou, transmitiéndose para el mes de febrero de 1957 hacia Hong Kong y llegando dos meses más tarde a Estados Unidos, donde se cobró un total aproximado de 69.800 víctimas, y según la Organización Mundial de la Salud, el total mundial alcanzó - dentro del umbral de entre un millón y cuatro millones de muertes - a dos millones de personas.
La gripe asiática se convirtió ya en una pandemia mundial, alcanzando a finales de septiembre el continente europeo, después de haber alcanzado en los meses veraniegos el continente africano. Especialmente virulenta fue en el sur de Europa, con España e Italia como epicentros europeos.
Los síntomas descritos de esta gripe fueron fiebres altas, un intenso dolor de cabeza, tos irritativa, faringe enrojecida, dolores musculares y sed intensa, curada con métodos caseros - teniendo muchos de ellos fiabilidad médica - tales como el beberse un buen 'lingotazo' de leche caliente con coñac que hacía sudar por las noches a quién lo bebía, matando al virus e imposibilitando que este pudiese avanzar por el organismo. No obstante, esta gripe a diferencia del COVID-19, se cebó especialmente con jóvenes como escolares, adolescentes o adultos que no llegaban a la cuarentena, y su punto álgido se produjo con las bajas temperaturas y las abundantes lluvias del otoño. El hecho de que no hubiese una vacuna desarrollada - hoy día sigue sin existir, aún a pesar de intentos de "revivir" y de aislar el virus para dotarle de vacuna específica - para este virus y que no estaba plenamente desarrollada la realizada tras la anterior gripe, provocaba no solo esos métodos caseros, con más función preventiva que curativa cabe mencionar, sino que las "curaciones" que se les daban, fuesen lo más rudimentarias posibles y poco evolucionadas desde las pandemias medievales.
En España, fallecieron 10.000 habitantes y se produjo el 80% de contagios. Como en el actual COVID-19, se produjo la anulación de eventos deportivos como todas las ligas durante los meses de octubre y diciembre de la temporada 1957-1958. 99 jugadores, según una crónica deportiva del ABC, llegaron a enfermar.
Finalmente, ningún remedio pudo con esta gripe, que desapareció por sí misma con la llegada del buen tiempo, durante la primavera del 1958. Se aisló la cepa que causó el contagio, no se desarrolló ninguna vacuna para esta específica gripe - de la que nadie está vacunada - y se temió durante mucho tiempo el que se rescatase para una guerra biológica.
Una gripe de la que poco se sabe hoy día, pero que tras la mal-llamada "gripe española" (apelativo dado por ser España el único país que le dio cobertura, debido a la neutralidad que nuestro País tuvo en la Primera Guerra Mundial y a que las potencias participantes en este conflicto fueron las más vapuleadas), ha sido la segunda gripe más mortífera de la historia.
Poco hay escrito sobre esta gripe, que aquí en España acabó con la vida de 10.000 personas. Lo más reseñable y genérico que se puede decir de esta gripe es que ha sido la primera pandemia moderna, al menos desde la fundación de la Organización Mundial de la Salud en 1947, y que al igual que este COVID-19 que está asolando gravemente a nuestro país, como hostigó sin piedad alguna en su día a China o hace lo mismo ahora con nuestros vecinos transalpinos, se contagió rápidamente debido al acelerado crecimiento de la globalización por medio de los vuelos y de los transportes.
Poco reseñable hay de esta gripe, únicamente que se trata de un subtipo del virus de la Influenza A (gripe aviaria), con el apelativo de H2N2. Conocido científicamente como A/H2N2.
Se originó en China, a finales del año 1956, con la particularidad de que ya se había codificado y aislado lo que originó la gripe española - que sigue siendo la primera más mortífera, ocupando este "honorífico", por lo malo, lugar en este luctuoso 'ranking' - sabiendo que únicamente podía transmitirse entre aves. Mucho se especula de como la gripe asiática - conocida también en otras fuentes como "china" o "pekinesa" para diferenciarla de la de Hong Kong en 1968 - pudo surgir.
Habiéndose ya sacado la vacuna para otra hipotética "gripe española", el virus aviario H2N2 saltó a cerdos, contagiándose a humanos. Se especula con que fuese en una granja donde patos salvajes infectados con este virus pudieron habérselo transmitido a un pato.
Su primer lugar de identificación fue en Guianzhou, transmitiéndose para el mes de febrero de 1957 hacia Hong Kong y llegando dos meses más tarde a Estados Unidos, donde se cobró un total aproximado de 69.800 víctimas, y según la Organización Mundial de la Salud, el total mundial alcanzó - dentro del umbral de entre un millón y cuatro millones de muertes - a dos millones de personas.
La gripe asiática se convirtió ya en una pandemia mundial, alcanzando a finales de septiembre el continente europeo, después de haber alcanzado en los meses veraniegos el continente africano. Especialmente virulenta fue en el sur de Europa, con España e Italia como epicentros europeos.
Los síntomas descritos de esta gripe fueron fiebres altas, un intenso dolor de cabeza, tos irritativa, faringe enrojecida, dolores musculares y sed intensa, curada con métodos caseros - teniendo muchos de ellos fiabilidad médica - tales como el beberse un buen 'lingotazo' de leche caliente con coñac que hacía sudar por las noches a quién lo bebía, matando al virus e imposibilitando que este pudiese avanzar por el organismo. No obstante, esta gripe a diferencia del COVID-19, se cebó especialmente con jóvenes como escolares, adolescentes o adultos que no llegaban a la cuarentena, y su punto álgido se produjo con las bajas temperaturas y las abundantes lluvias del otoño. El hecho de que no hubiese una vacuna desarrollada - hoy día sigue sin existir, aún a pesar de intentos de "revivir" y de aislar el virus para dotarle de vacuna específica - para este virus y que no estaba plenamente desarrollada la realizada tras la anterior gripe, provocaba no solo esos métodos caseros, con más función preventiva que curativa cabe mencionar, sino que las "curaciones" que se les daban, fuesen lo más rudimentarias posibles y poco evolucionadas desde las pandemias medievales.
En España, fallecieron 10.000 habitantes y se produjo el 80% de contagios. Como en el actual COVID-19, se produjo la anulación de eventos deportivos como todas las ligas durante los meses de octubre y diciembre de la temporada 1957-1958. 99 jugadores, según una crónica deportiva del ABC, llegaron a enfermar.
Finalmente, ningún remedio pudo con esta gripe, que desapareció por sí misma con la llegada del buen tiempo, durante la primavera del 1958. Se aisló la cepa que causó el contagio, no se desarrolló ninguna vacuna para esta específica gripe - de la que nadie está vacunada - y se temió durante mucho tiempo el que se rescatase para una guerra biológica.
Cartel satírico - y catastrófico- que ilustraba a la gripe como un viento venido del Extremo Oriente y que se llevaba la vida cuál cazador de mariposas, recordando una vez más la insignificancia de la especie humana ante la sabia e implacable naturaleza
Cartel publicitario de Tirozetas, que sintetizó la tirotircina y la vitamina C
NOTA DEL FINAL: Conciencia, solidaridad, resistencia y responsabilidad. Cuatro premisas que nos conducirán a la victoria. Hemos aguantado de todo y podremos aguantar lo que nos echen. No se preocupen que solo hace falta un empujón más. Ante la irresponsabilidad gubernamental, que disponiendo ya de los datos provenientes de Italia, solo quedamos nosotros, como Pueblo. En un Pueblo en el que hay unos sanitarios bien formados y bien capacitados que deberían tener más reconocimiento que un aplauso, como por ejemplo una sanidad pública funcional; en el que hay reponedores de supermercados, encargados de limpieza, agricultores como yo o mi familia, o simplemente gente que con su acción individual evita que la cosa vaya a más. Les deseo a usted, lector, como a su familia, que todo le esté yendo bien y que no haya nada que lamentar. Mucho ánimo y siempre adelante. JRB.
