domingo, 4 de octubre de 2020

Separatismo catalán. Un problema que viene de antaño y continuación de lo mismo de siempre.

 (Cuento con información que utilizaré para el proyecto de libro que estoy escribiendo)

Cuando uno oye hablar de separatismo catalán, piensa en una disyuntiva relativamente joven. Acertadamente, suelen situarla con la llegada de la "democracia" a España y la promulgación de una nueva Constitución, de la que suele hablarse hubo mucho consenso y que tiene la particularidad anecdótica de que se fraguó entre partidas de futbolín porque los líderes políticos no se soportaban, y no únicamente por las evidentes divergencias ideológicas, sino por otros factores de índole personal.

Sí es cierto que la promulgación de la Constitución benefició en demasía a las reivindicaciones de los nacionalistas periféricos, pues si algunos la consideran, estructuralmente, similar a la carta magna italiana de 1949 por ese "sentir autonomista", realmente rescataron rescoldos de la Constitución Republicana de 1931, aún a pesar de que esta defendía un estado integral y jamás se previó en ningún momento la independencia de ninguno de sus territorios. Así bien, vemos como la disposición transitoria cuarta, prevé la unificación de Navarra a las Provincias Vascongadas - a la que se da el nombre de País Vasco - por prohibir expresamente el art. 145.1 de la Constitución Española la federación de comunidades autónomas (duda seria: ¿sería inconstitucional la unificación de Navarra con el País Vasco? Un artículo prohíbe toda federación, pero este específico supuesto se contempla en una disposición transitoria y hasta en el Estatuto de Autonomía del País Vasco). Los rescoldos rescatados fueron los de las mal-llamadas 'naciones históricas' que fueron las siguientes, a saber: Galicia, Vasocongadas (incluyendo Navarra), Andalucía y Cataluña; y recibieron ese apelativo por haberse acogido a la implantación de un estatuto de autonomía durante la II República, aunque hubo otras regiones como Aragón, Castilla La Vieja o Valencia cuyos estatutos se quedaron en anteproyectos. Y ya recordamos lo que ocurrió con Cataluña y la famosa proclamación del Estado Catalán, el día 6 de octubre de 1934, dentro del marco de una supuesta "República Federal Española", por no contar con otras famosas asonadas anteriores durante la época de Primo de Rivera y gran parte de la época de la restauración borbónica.

Pero vayamos por partes y veamos que no existe un sustrato nacional, tampoco una unidad espiritual, que preceda este sentimiento 'nacionalista' catalán. Puede ser que ideológica e históricamente - más bien con 'historia de las ideologías' - tenga los tintes de lo que se consideraría un nacionalismo, especialmente si se atiende a la contemporaneidad en la que se encuadraron como las famosas revoluciones nacionales a lo largo del continente europeo, ya que en Cataluña surgió un movimiento como fue el de la Renaixença para protestar contra la gestión centralista de Espartero, materializada finalmente en las insurrecciones de 1843. 

La historia de las ideologías, si nos dice que el independentismo catalán puede ser considerado un nacionalismo, al menos porque al surgimiento de la Renaixença, esta era contemporánea de otros movimientos nacionalistas y liberales de Europa, de los que tomó una importante inspiración, y siendo una postergación del romanticismo europeo. El pistoletazo de salida de este movimiento lo da la publicación del poema "Oda a la Patria" de Buenaventura Carlos Aribau, siendo por primera vez - en más de tres siglos - la primera publicación catalana, continuándose este 'renacimiento' de lo catalán con el "Diari Català", "Lo Catalanisme" de Valentí Almirall y unas bases para una constitución regional catalana - las conocidas como 'Bases de Manresa' - entre 27 y 28 de marzo de 1892, que aunque no acabaran de cristalizar del todo para la configuración de un hipotético nuevo estado independiente, asentó el fundamento del catalanismo político conservador. Una constitución - un proyecto constitucional, si se es más fidedigno - que sirvió para la evolución del conservadurismo político catalán.

Y se acuñó entonces por Joan Fuster el término de 'Paisos Catalans' para englobar a toda la comunidad lingüística común catalana desde el sur de Francia hasta Valencia y las Islas Baleares, desarrollándose el famoso mito del pino de las tres ramas - el 'pi de las tres branques' - situado en la comarca del Berguedà, en el municipio de Castellar del Riu, el cuál lleva muerto desde 1913 y que antes de toda reivindicación catalanista era visto como un símbolo de la Santísima Trinidad (el Padre, el Hijo y el Espíritu Snto).

La Renaixença - o 'Renaixensa' con la 's', cabiendo recordar también que la famosa 'ce cedilla' también es usada en el castellano - además surge como una respuesta a la disglosia castellana, pues prácticamente desde el siglo XV, las principales obras - y muchas de ellas temáticas catalanas - eran escritas en castellano, siendo el idioma que utilizaban literatos, escritores y nobles. La figura de Raymundus Lullius - Ramón Llull en catalán - era una figura muy reivindicada, pero todas sus traducciones al catalán, habían quedado en el olvido. Fue el conocido como período de diglosia - no confundir con disglosia - de la lengua catalana, donde esta quedaba como únicamente una lengua regional y de pueblo frente al imparable castellano, apareciendo desde entonces las principales reivindicaciones contra todo lo castellano. 

Se llega hasta el punto de usar una ciencia como la craneometría - ciencia que aprovecho para puntualizar que a mí me encanta y me fascina, y que es muy exacta - para intentar legitimar el supremacismo catalán sobre el castellano. Así pues, no ya sólo sin ninguna evidencia científica o médica, sino sin los medios necesarios para que se le dotara de oficialidad, el médico Bartolomé Robert, alcalde de Barcelona, el día 14 de marzo de 1899, intentó exponer las diferencias craneales, asegurando que en el Reino de Valencia se era tendente a la dolicocefalia, en Galicia y Asturias a la braquicefalia, y en Cataluña era la mesocefalia la que predominaba. Para los neófitos sepan que braquicéfalo es cráneo plano, dolicocéfalo es cráneo protuberante - para los NS, la dolicocefalia era símbolo de ariedad, es algo muy común en las razas nórdicas o con rasgos puros europeos reducidos - y la mesocefalia está a medio camino entre la braquicefalia y la dolicocefalia, siendo el tipo más común. Una teoría a la que Ramón y Cajal se opuso enérgicamente, al poner sobre la palestra el auge de la pseudociencia y la falta de recursos e incentivos a la arqueología y la historia en Cataluña que llevaban a esta falsa creencia. Una falsa creencia que tenía orígenes literarios, al asegurar que no se claudicó ante las influencias hispanas, ni las francas, algo que, como se podrá comprobar, en el Rosellón y la Cataluña francesa - Cataluña al fin y al cabo - es totalmente falso, pues fueron - y siguen siendo - zonas completamente latinas, de poca incidencia franca y más tendentes a lo hispano. Al hilo de esto, huelga decir que políticos con activa participación en el prusés como Oriol Junqueras han usado estas argumentaciones, las de las supuestas diferencias raciales, para intentar hablar de un pueblo catalán y diferenciado del resto de España, hablando de que España, junto a Alemania (norteños bálticos y sureños alpinos) e Italia (norteños de influencias más nórdicas y sureños de influencias más africanas) eran los únicos estados - nótese como no dice país - donde había imposibilidad de agrupar a toda la población en un grupo genético, una interpretación genérica de un estudio que decía que las diferencias raciales en Europa eran casi inapreciables, debiendo tomarse más en cuenta el alejamiento gradual por la distancia geográfica.

Pero todo este supremacismo, todo este clasismo y todo este falso nacionalismo - porque recordemos, no hay 'nación catalana', no hay 'etnia catalana' - no surge de una ideología del siglo XIX, sino que tiene sus orígenes en la Edad Media. Cuando Carlomagno, rey de los francos, se enfrenta a los omeyas y quiere ganar posesiones en la Península Ibérica, va consolidando una especie de zona 'colchón' en el sur peninsular para contener a los Banu Qasi, una zona que fue ganando independencia tras la imposibilidad del rey franco de tomar Zaragoza y la alianza que este hizo con el valí de Barcelona para tomarla, siendo otra vez más un intento infructuoso, que le lleva a destrozar Pamplona, recibiendo una emboscada de los vascones. La Marca Hispánica, que fueron un conjunto de condados que fueron consolidándose, seguían la estructura geográfica y administrativa de la provincia romana de la Tarraconense, estabilizándose a lo largo del siglo IX, destacando la firma de la Capitulación de Quierzy, para la regulación de los condados en pos del buen funcionamiento imperial, con la introducción de la heredad de los principados y sus cargos, independizándose 'de facto' la Marca Hispánica. Destacan a lo largo de este siglo, condes francos como Aureolo y Aznar I Galíndez - el primer conde de Jaca, según numerosos historiógrafos -, cuyos condados pasarían de la Marca Hispánica al vecino Reino de Pamplona, y serían el germen del futuro Reino de Aragón. 

Y es aquí, en la época de la Marca Hispánica, donde surge el nombre de Cataluña. Algunos hablan de la historia de los Nueve Barones de la Fama que conquistaron Cataluña a los sarracenos y donde destacaba Otger Cataló, casi coincidente con el Duque de Aquitania y una figura muy gloriada durante la época de la Renaixença, otros datos más exactos y fidedignos históricos hablan de Gotholandia (país de los godos), que era el nombre que desde el reino de los francos se daba a la Marca Hispánica o a todo lo que estuviera al sur de los Pirineos, pero sin duda la acepción más generalizada viene por los guardianes de los castellanos. Las continuas fortificaciones de la Marca Hispánica, hicieron que tuvieran numerosos guardianes, a los que se les denominaba como castlanus y a los que todo extranjero que se dirigía la zona de la Marca Hispánica conocía de esa forma. Otra hipótesis refiere a la Batalla de los Campos Catalaúnicos en las que hunos, apoyados por ostrogodos, gépidos, hérulos, turingios, lombardos, esciros, vándalos, escitas y avaros perdieron frente al Imperio Romano de Occidente y los visigodos con los que tenía establecido un foedus, pero aceleraron la posterior disgregación imperial. Batalla ocurrida, según algunas fuentes, el 20 de junio del 451, y según otras, el 20 de septiembre del 451.

La impostada superioridad del separatismo catalán se va cayendo por su propio peso, más teniendo en cuenta que cualquier vinculación que se hiciera de Cataluña, se hacía con España o con la 'tierra de los godos'. 

Y, durante el siglo XIII, la Corona de Aragón buscó una expansión por el Mar Mediterráneo, a fin de afianzar su poderío, dejando de lado la ganadería, actividad clásica en Cataluña y practicada especialmente por los ilerdenses, creciendo Barcelona, situada en una zona geográfica muy poco propicia para la salida al exterior y de irregular crecimiento poblacional en detrimento de una Tarragona - anterior Hispania Citerior Tarraconensis, pero despoblada en sus zonas interiores en detrimento de las zonas costeras - que aunque reverdecía laureles y servía de pequeño puerto, no pudo aguantar el empuje barcelonense. Este siglo es un siglo muy mercantilista, marcado por las rutas comerciales, por el espíritu de una sociedad que quiere abrirse a las ciudades, considerando que su devenir en el campo está anquilosado, buscando no únicamente la realización personal, sino también el crecimiento espiritual - pensamiento muy ciceroniano - que confería el desempañar un buen oficio con dedicación y esmero, aunque también se metía de por medio un crecimiento urbano jamás antes visto, que acabó con todo plano castrense romano, y un hedonismo desaforado. Barcelona, creció como creció Jaca con sus fueros medievales, atrayendo a gente de fuera y a burgueses locales para que crecieran como ciudad. Se establecieron cinco rutas principales: Norte de África (transporte de oro y esclavos), ruta de las islas (transporte de sal y trigo, con Barcelona de puerto matriz), ruta de Bizancio (conexión de Europa con Asia, transporte de algodón, especias y esclavos), ruta ultramarina (prolongación de la anterior y que conducía hasta Constantinopla) y la ruta de Occidente (hasta la capital comercial europea como lo era Brujas, donde Cataluña no encontró importancia en su comercio lanar). Surgieron también las Ordenaciones de la Ribera (Ordinationis Ripairiæ), para contener a los piratas sarracenos y que protegían al comerciante. Competencia mano a mano de Barcelona con las cuatro repúblicas marítimas: Amalfi, Pisa, Génova y Venecia.

La burguesía catalana, tan crecida, se comportó de una forma muy despreciativa y clasista, generando una bicefalia alarmante con el Reino de Aragón. En el siglo XIV, ante el declive de Cataluña en detrimento de Valencia, las Cortes Catalanas - las cuáles habían sido previamente convocadas en 1289 en Monzón - crecieron hasta la fundación de la Generalitat de Catalunya o Diputación del General, donde el poder mercantil tendría un papel destacado, aún a pesar de sus grandísimas marginaciones. 

La firma del Compromiso de Caspe - como todos los documentos de la Corona de Aragón - anteponía la legitimidad jurídica por encima de cualquier poder político, algo que a los "poderes mercantiles", que ejercían autoridad como auténticos lobbies actuales, no les hizo ninguna gracia pues consideraban que Cataluña perdería toda "independencia" ante una eventual unión de las Coronas de Castilla y de Aragón, iniciándose un período de inestabilidad política en Cataluña, con el asesinato de García Fernández Heredia, arzobispo de Zaragoza, a manos de Antón de Luna, partidario de Jaime de Urgel. Tras esto, se firmó la Concordia de Alcáñiz, que aún a pesar de ser equitativa para todos - Cataluña, Aragón y Valencia eran representadas, cada uno, por tres parlamentarios - no fue del agrado de los partidos urgelistas quiénes se lanzaron a tomar Valencia, siendo detenidos en Murviedro por las tropas partidarias de Fernando de Antequera, el que a la postre sería nombrado rey de Aragón el día 28 de junio de 1412 con el nombre de Fernando I de Aragón, y jurando su cargo ante las Cortes acompañado de su hijo Alfonso. Y aún a pesar de que este monarca recibía la aprobación y el apoyo del conde de Pallars, el vizconde de Illa-Canet o Guerau Alemany de Cervelló, los urgelistas también tenían grandes apoyos como los Moncada, los Cardona, los Perellós, los Bernat de Cabrera y el vizconde de Roda, coincidiendo todo ello con la crisis del sector pañero y del sector marítimo en Cataluña, surgiendo el sindicato de la Biga - "nobles" - y la Busca - cuyo grueso eran los pequeños mercaderes, artesanos y agricultores, partidarios del proteccionismo y la devaluación de la moneda - que pusieron impedimentos a la conquista de Nápoles. El crecimiento poblacional, exponencialmente inverso al de los cultivos agrícolas, fue un problema añadido a que los 'bigaires' como grupo de presión protagonizaban enconados enfrentamientos para buscar favores reales. Ambos bandos eran eminentemente antitrastamaristas, pero fueron los 'buscaires' los que apoyaron decididamente a Alfonso V de Aragón, "El Magnánimo". En 1453, se produce un "golpe de estado" a nivel municipal, que provoca la designación directa de los miembros del Consell de Cent - antiguo consistorio municipal de Barcelona - y a mantenerlos fijos, un golpe de estado instigado por Alfonso V, y que tendría sus coletazos finales con su hermano pequeño Juan II al llegar al trono de Aragón, un rey de educaciones y sentires castellanos, de sesenta años y de una avanzada ceguera, que fue motivo para los 'bigaires' para legitimar toda acción antimonárquica. 

Hay que destacar las 'guerras remensas', así denominadas por el movimiento remensa, que tomaba su nombre de la 'redimentia', el pago que en concepto de rescate habían de abonar los campesinos a sus señores para abandonar la tierra, siendo este uno de los seis malos usos (o 'mals usos'), en virtud del 'ius maletractandi', como lo eran la intestia, la exorquia, la cugucia, la ársia, la firma de spolii (derecho de pernada) y por último, la remensa. El movimiento remensa contaba con apoyo real desde 1388, bajo el reinado de Juan I de Aragón, y contando también con el apoyo de una mujer de dotadas virtudes como lo era María de Luna, esposa de Martín I el Humano, quién convenció al Papa Benedicto XIII para que expidiese una bula que pusiera fin a esas "pestíferas y reprobadas servidumbres". La primera guerra remensa, tuvo lugar entre 1462 y 1472, encabezándola Francesc de Verntallat, quiénes apoyaron a Juan II de Aragón contra las instituciones catalanes, sin embargo, el problema agrario no se abordó del todo, por el apoyo que el monarca tuvo de señores feudales. Un conflicto que continuaría con su hijo Fernando el Católico - quién por cierto sufrió un intento de asesinato el día 7 de diciembre de 1492 por parte del campesino remensa Juan de Cañamares - debido a que revocó la pragmática sanción que Alfonso V, su tío, firmó en 1455 y que suspendía los malos usos. Esta rebelión la lideró Pere Joan Sala el 22 de septiembre de 1484, siendo derrotado seis meses más tarde en Llarona, finalizando con la Sentencia arbitral de Guadalupe, que fue un gran avance, ya que perdonó definitivamente de los malos usos a los campesinos de remensa. 

Como aquí se ve, los aires de independencia de Cataluña, no fueron promovidos por un sustrato nacional, espiritual o histórico, sino únicamente por las apetencias económicas y políticas de sectores burgueses que no querían ver menguado su poder, que consideraron una traición que llegara al poder un candidato castellano, un extranjero trastamarista. Irónico es, que la siguiente gran sublevación catalana, la protagonizaran campesinos aliados junto a la Diputación del General del Principado de Cataluña, donde el eclesiástico Pau Claris se alió con el Reino de Francia. El actual himno de Cataluña, de nombre 'Els Segadors', toma su denominación y letra de estos hechos históricos acaecidos entre 1640 - especialmente con el Corpus de Sang el día 7 de junio en Barcelona que desembocó en el aseesinato de Dalmau de Queralt, el Virrey de Cataluña - y 1659. Una rebelión que, curiosamente, se cimentó en la defensa de la religión, pues se aseguró que el mismo día del Corpus de Sang, los ejércitos reales cometieron todo tipo de sacrilegios en la Eucaristía, quemaron conventos y violaron mujeres.

Así pues, en conclusión, el mal llamado 'nacionalismo catalán', que realmente sólo lo sería sobre el papel ideológico y coyuntural, no tiene ninguna precedencia de ningún tipo, ningún sentir popular que lo inspire, únicamente el supremacismo y el clasismo de una clase dirigente, que ha sabido ubicarse bien (como en el caso de la Guerra Civil Catalana entre los nobles bigaires y los trabajadores buscaires), vender la soberanía (Pau Claris a Luis XIII) o inventar un pasado trufado de glorias y romances carentes de fundamento histórico, sustentados en una falta de rigor científico más basada en la visceralidad que en la evidencia (Renaixença y posteriores asonadas separatistas). Es imperativo el educar a los jóvenes españoles en el amor a la Patria, única e indivisible, que es la nuestra, educarles también en lo que fuimos, hemos de ser y seguramente seamos, en nuestra Nación en destino de lo universal, y sobretodo, mandar un mensaje a autoridades, de que pongan freno a toda aspiración de quebrantar España, castigando y no dando prebendas de 92.000 euros como a cierto presidente inhabilitado por colgar banderitas y no por declaraciones ofensivas contra el común de los españoles. Eduquemos en ello. 

Alfonso V El Sabio y Magnánimo, o Alfonso III El Liberal - Colección -  Museo Nacional del Prado

Alfonso V el Magnánimo (1396-1458) - también llamado 'El Sabio' - segundo rey Trastámara de Aragón, entre 1416 y 1458. Cuadro de Felipe Ariosto, 1634, expuesto en el Museo del Prado.

--- JAVIER RAMOS BELTRÁN, A 4 DE OCTUBRE DE 2020 ---

Fuentes:

http://hemeroteca-paginas.lavanguardia.com/LVE07/HEM/1899/03/15/LVG18990315-004.pdf (Craneometría)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

En homenaje de mi querida abuela Luz

Tal día como hoy, hace 91 años, nació mi querida abuela, Dª María Luz García Arenas, fallecida hace ocho meses, el día 1 de abril de 2022. H...